El elefante y su hijo pasaban la tarde en casa.
El elefantito tarareaba una canción.
–¿No puedes estar callado? –dijo el papá elefante–. Papá intenta leer el periódico y no puede escuchar la canción al mismo tiempo que lee el periódico.
–¿Por qué no? –preguntó el elefantito.
–Porque papá no puede pensar en dos cosas a la vez, por eso –respondió el padre elefante.
El elefantito dejó de cantar. Se sentó en silencio. Papá elefante encendió un cigarro y se puso a leer.
Al cabo de un rato el elefantito le preguntó:
–Papá, ¿sigues sin poder pensar en dos cosas a la vez?
–Si, hijo –respondió el elefante–. Así es.
–Entonces –dijo el elefantito–. Deberías dejar de pensar en el periódico para pensar en la pantufla de tu pie izquierdo.
–Pero hijo… –dijo el elefante–. El periódico de papá es mucho más interesante e ilustrativo que la pantufla de su pie izquierdo.
–Puede que sí –dijo elefantito–, pero tu periódico no se ha incendiado con la ceniza del cigarro. En cambio, la pantufla de tu pie izquierdo, sí.
Papá elefante corrió a sumergir en agua su pantufla. Muy suavecito, el elefantito empezó a tatarear de nuevo. AUTOR: Arnold Lobel